by Alma Ayón | Jan 9, 2015 | atención, prácticas |
Recuerda lo que hiciste el lunes pasado. ¿Te acuerdas de lo que comiste? ¿De la ropa que vestías, de la gente con la que te encontraste, de las cosas que dijiste?
¿Te cuesta un poco de trabajo recordar? Quizá sea porque constantemente recibimos tanta información y cuando queremos concentrarnos en lo que sucede en el presente hay tantas distracciones!
Nuestra atención salta de un lado a otro, intentando multifuncionar en varias tareas. Cuando decidimos enfocarnos en una cosa podemos permanecer concentrados entre 3- y 10 segundos, antes de que nuestra mente comience a distraerse con pensamientos, después de 10 minutos de realizar una actividad, hay algo que interrumpe el flujo de nuestra atención y nos distrae.
Hay dos prácticas en las que queremos entrenar a nuestra mente, la primera es la presencia mental, a través de la cual tenemos una atención abierta a todos los sentidos, conscientes de todo lo que está ocurriendo en este momento, sin enfocarnos en una cosa en particular, pero sin dejar desapercibido algo que esté sucediendo en el presente.
La segunda práctica es la atención enfocada, elegimos enfocarnos y concentrarnos en algo que está sucediendo o estamos haciendo en el presente. Dejamos todo lo demás en la periferia de nuestra atención y a medida que nos concentramos más, entramos en el estado de flujo donde ya no notamos nada más que nuestro objeto de atención. Perdemos noción del tiempo y de lo que nos rodea. Cuando estamos tan concentrados surge gozo y disfrutamos lo que estamos haciendo. Pero muchas veces al concentrarnos nos tensamos, por lo que es importante estar atentos de nuestro cuerpo y mente y aprender a relajarlos.
Ambas prácticas requieren la atención plena que es la capacidad de prestar atención, pero también recordar recordar nuestra atención al objeto.
Lo primero entonces es reconocer que es importante para nosotros, y darle nuestra atención, necesitamos dejar de desperdiciar nuestro tiempo atendiendo a pensamientos y fantasías que no tienen ninguna relevancia para nuestras metas, y enfocarnos aquí y ahora en lo que es verdaderamente importante.
A medida que entrenamos mas y mas nuestra atención, nos volvemos más eficientes y somos capaces de hacer progreso en lo que es importante, por eso es importante fortalecer nuestra atención a través de la práctica constante.
Te recomiendo los siguientes artículos para seguir aprendiendo sobre el entrenamiento de esta maravillosa facultad de la atención:
Para transformar a tu mente
Cómo enfocarte para lograr tus metas
***
Compártenos tu experiencia con éstas prácticas en la sección de comentarios más abajo!
by Alma Ayón | Jul 4, 2014 | emociones, meditación |
Cuando te sientes rechazado, agredido, sólo, deprimido, enojado; estás creando separación con el mundo, estás en desacuerdo con el presente, estas juzgando. Lo mejor que puedes hacer es aceptar este momento y ser totalmente consciente de la emoción que experimentas, sin rechazarla, pero sin alimentarla con más pensamientos, observa a los pensamientos que surgen involuntariamente y déjalos pasar, manténte presente y descansa en la conciencia de estar consciente, de estar vivo, de estar experimentando, deja que tu mente sea como el cielo inmóvil y tus pensamientos y emociones como nubes que surgen y pasan. No luches, no rechaces la experiencia, no actúes. Permanece inmóvil observando tu mente, ve a caminar solo y coordina tus pasos con tu respiración mientras atiendes a las emociones y las sensaciones en tu cuerpo.
No analices los detonadores de tu emoción hasta que ésta haya disminuido o pasado por completo.
by Alma Ayón | Jun 27, 2014 | meditación, prácticas |
Para ayudarte a diseñar una práctica diaria puedes seguir esta guía. Si quieres que trabajemos más a detalle checa el programa Tu Entrenamieto Personal
(more…)
by Alma Ayón | Jun 27, 2014 | ética, prácticas |
Estoy feliz de compartir contigo esta maravillosa meditación:
Siéntate con las piernas cruzadas. Genera la motivación de dedicar unos minutos a cultivar bondad amorosa hacia ti misma.
Toma 3 respiraciones profundas, liberando cualquier tensión o ansiedad en tu cuerpo y mente.
Deja a tu respiración en su ritmo natural, sin controlar, sólo atendiendo.
Después de 5 minutos de observar a tu respiración, visualiza con cada inhalación que de todas las direcciones en el espacio te llegan rayos de luz trayéndote todo el bienestar, salud y felicidad que deseas.
También visualizate recibiendo las cosas materiales, talentos y oportunidades que te gustaría tener. Y ahora visualiza también que transformas tus defectos en cualidades.
Transfórmate en la persona que deseas ser y visualiza como los demás te perciben de esa manera.
Ahora enfócate en la exhalación y con cada una manda rayos de luz desde tu cuerpo hacia todos los seres sin excepción, compartiendo con ellos tus cualidades, talentos, bienes materiales y sentimientos de bondad, compasión , amor, generosidad, paciencia y sabiduría. Haz esto de 10 a 15 minutos.
Ahora libera toda visualización y pensamiento y descansa a tu conciencia en su estado natural por unos minutos.
Termina tu sesión con la aspiración de que puedas transformar tus limitaciones en oportunidades y de que puedas beneficiar a los que te rodean.
Tu Turno
¿Cómo estuvo tu meditación? ¿Tienes alguna pregunta?
by Alma Ayón | Jun 25, 2014 | meditación, prácticas, reflexion |
La postura que te recomiendo tanto para trabajar como para meditar es el sentarte sobre un cojín de unos 10 a 15 cms de alto, comúnmente se le llama a este cojín zafu, también puedes usar un tabique de yoga, sobre un tapete acolchonado de aproximadamente 1mt x 1mt comúnmente llamado zabutón, o también puedes poner un tapete de yoga doblado debajo del cojín.

Las piernas cruzadas una frente a la otra descansando sobre el suelo. Las manos sobre tus muslos o la mano izquierda sobre la derecha con ambas palmas hacia arriba y las puntas de los pulgares tocándose suavemente. La espalda derecha, esto es muy importante! y la cabeza alineada. La punta de la lengua detrás de los dientes superiores. Los ojos abiertos con los párpados relajados. Esta postura te ayuda a mantenerte estable, erguido pero relajado, por lo que puedes permanecer por mucho tiempo sentado así. Si te da sueño o tu mente está muy acelerada lo notarás en tus pulgares, en tus ojos y en tu columna vertebral. Trata de corregir tu postura tan pronto como notes que se ha salido de balance.

Busca una habitación o lugar tranquilo, donde no tengas distracciones o mucho ruido. Siéntate de preferencia frente a una pared blanca, ya que los objetos y diseños estimulan a la mente y nos distraen.
Tu objetivo es que tu cuerpo y mente estén inmóviles, tan relajados como sí estuvieran dormidos pero muy despiertos y alertas a la vez.
Cuando pasamos horas frente a la computadora, sentados en una silla esto daña a nuestro cuerpo, por lo que es bueno si puedes adoptar la postura del medio loto que acabamos de describir, también para trabajar.
Si te duelen las rodillas y prefieres sentarte en una silla, es importante que mantengas tu espalda muy derecha.
Otra postura tanto para trabajar como para meditar es el estar de pie con la espalda muy derecha y la cabeza alineada. Es bueno alternar entre esta postura y la postura del medio loto.
Por último está la postura savasana, que implica recostarnos boca arriba sobre un tapete de yoga con los brazos descansando a los lados. Puedes poner un pequeño cojín bajo la cabeza si esto te ayuda a alinear tus vértebras. Esta postura es excelente para relajarte y para meditar, pero no es buena para trabajar! También corres el riesgo de quedarte dormida, por lo que es bueno solo usarla cuando estás estresado o cuando tienes tensión en el cuerpo.

Tu Turno
¿Qué postura encuentras más cómoda para meditar y trabajar? ¿Cuánto tiempo puedes permanecer en esa postura sin moverte?