En el contexto de las prácticas de las Aplicaciones de Mindfulness y Vipashyana, puedes aplicar la investigación y preguntar, ¿dónde está ubicado el enojo? ¿Dónde lo siento, en mi vientre, en mi cabeza, etc.? ¿Tiene color, forma, etc? Y a investigar. Al hacer esto, puedes obtener intuición de su naturaleza vacía. También dirigiendo tu atención a la emoción en lugar del referente que son los pensamientos que la alimentan, en otras palabras, al no seguir los pensamientos que dan lugar a la ira, entonces la emoción comenzará a disolverse.
Cuando se practica en el contexto de la conducta ética mientras se realizan actividades e interacciones con otras personas, hay varios antídotos que se pueden aplicar, como el no hablar, tomar espacio, practicar la paciencia, etc., hay muchas sugerencias de Santideva y otros grandes maestros.
Cuando practicas en el contexto de Dzogchen, reconoces la ira como una manifestación de la sabiduría cuál espejo de la conciencia primordial y se auto libera.
Lo importante es practicar algo, a veces podrás verlo surgir y sin comprenderlo será auto-liberado, otras veces serás completamente dominado, pero aún tendrás tiempo para aplicar un antídoto y evitar que se transforme en palabras y acciones hirientes.
En otras ocasiones, te encontrarás lamentando lo que hiciste o dijiste, pero aún podrás aplicar una práctica de purificación.
Como dicen los Maestros, usando la analogía de un bosque que se incendia, si ves una chispa, podrías detenerlo pisándola rápidamente, pero si el fuego se está extendiendo en el bosque, deberás aplicar medidas más fuertes.
Por eso es tan importante entrenar en el cojín y estar al tanto de nuestro estado mental en todo momento entre sesiones.