A veces el miedo nos paraliza. Puede ser miedo debido a algo que pone en peligro nuestra salud, nuestra seguridad, o la de aquellos a quienes amamos. Pero muchas veces es miedo al éxito, miedo a mostrar nuestro trabajo, a realizar un proyecto o una simple idea, porque tememos el fracaso, el que dirán, el exponernos. Y entonces preferimos no hacer nada. Si tan sólo pudiéramos observar con sabiduría es esos miedos que surgen en nuestra experiencia, sin dejarnos llevar por los pensamientos y emociones que nos generan, simplemente observarlos en el presente, nos daríamos cuenta que son ilusiones, que están vacíos de poder, y se liberarían solos.

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