Recuerda lo que hiciste el lunes pasado. ¿Te acuerdas de lo que comiste? ¿De la ropa que vestías, de la gente con la que te encontraste, de las cosas que dijiste?

¿Te cuesta un poco de trabajo recordar? Quizá sea porque constantemente recibimos tanta información y cuando queremos concentrarnos en lo que sucede en el presente hay tantas distracciones!

Nuestra atención salta de un lado a otro, intentando multifuncionar en varias tareas. Cuando decidimos enfocarnos en una cosa podemos permanecer concentrados entre 3- y 10 segundos, antes de que nuestra mente comience a distraerse con pensamientos, después de 10 minutos de realizar una actividad, hay algo que interrumpe el flujo de nuestra atención y nos distrae.

Hay dos prácticas en las que queremos entrenar a nuestra mente, la primera es la presencia mental, a través de la cual tenemos una atención abierta a todos los sentidos, conscientes de todo lo que está ocurriendo en este momento, sin enfocarnos en una cosa en particular, pero sin dejar desapercibido algo que esté sucediendo en el presente.

La segunda práctica es la atención enfocada, elegimos enfocarnos y concentrarnos en algo que está sucediendo o estamos haciendo en el presente. Dejamos todo lo demás en la periferia de nuestra atención y a medida que nos concentramos más, entramos en el estado de flujo donde ya no notamos nada más que nuestro objeto de atención. Perdemos noción del tiempo y de lo que nos rodea. Cuando estamos tan concentrados surge gozo y disfrutamos lo que estamos haciendo. Pero muchas veces al concentrarnos nos tensamos, por lo que es importante estar atentos de nuestro cuerpo y mente y aprender a relajarlos.

Ambas prácticas requieren la atención plena que es la capacidad de prestar atención, pero también recordar recordar nuestra atención al objeto.

Lo primero entonces es reconocer que es importante para nosotros, y darle nuestra atención, necesitamos dejar de desperdiciar nuestro tiempo atendiendo a pensamientos y fantasías que no tienen ninguna relevancia para nuestras metas, y enfocarnos aquí y ahora en lo que es verdaderamente importante.

A medida que entrenamos mas y mas nuestra atención, nos volvemos más eficientes y somos capaces de hacer progreso en lo que es importante, por eso es importante fortalecer nuestra atención a través de la práctica constante.

Te recomiendo los siguientes artículos para seguir aprendiendo sobre el entrenamiento de esta maravillosa facultad de la atención:

Para transformar a tu mente

Cómo enfocarte para lograr tus metas

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